¿¡Qué hay!? Hoy os traigo mi primera reseña
cinematográfica. Tenía muchas ganas de hacer una y, como sin saber cómo he
terminado viendo Blue Valentine, aquí la tenéis. No me he atrevido con nada
demasiado comercial ni demasiado indie – eso se lo dejo a Sinister -. ¡Espero
que os guste!
BLUE VALENTINE.
Director. Derek Cianfrance.
Género. Romance, Drama.
País. Estados Unidos.
Año. 2010.
Duración. 114 minutos.
Directa desde el festival de cine de Cannes, Derek Cianfrance trae una historia que habla del amor roto. Dean (Ryan Gosling) y Cindy
(Michelle Williams) son padres de una maravillosa hija, pero su relación ha
pasado por mejores momentos desde que tienen que compaginar las demandas y
expectativas del trabajo y la vida familiar. Ante un futuro incierto de la
relación, deciden una escapada romántica a un hotel, donde rememoran todos los
momentos románticos de un pasado lleno de buenos recuerdos, e intentan
recuperar su pasión y amor para así salvar su matrimonio. La historia del amor perdido y
del amor recuperado, de los momentos que pasan.
Con esa manera tan suya de explicar las
historias que tienen las películas independientes, Derek Cianfrance, el
director, y los protagonistas, interpretados por Michelle Williams y Ryan Gosling, nos presentan
una historia de amor real. Sin cursiladas
ni un camino lleno de rosas. Amor que duele y que también hace feliz.
Dean y Cindy viven en una casa de campo
con su hija Frankie y su perra Megan cuando una mañana descubren que ésta
última ha desaparecido porque la puerta de su jaula se quedó abierta por error.
El descubrimiento del cadáver de la perra junto a la carretera es solo el
principio de un día muy malo en el que Dean y Cindy intentaran salvar su
matrimonio, ya en decadencia.
A través de flashbacks descubrimos cómo
son y cómo terminaron estando juntos y llegamos a conocer a dos personajes muy
humanos y complejos. Víctimas de los recuerdos del pasado y sobrepasados por el
presente.
Con un final un tanto ambiguo y que
puedes interpretar como más lo prefieras, Blue
Valentine es un drama que te hace sonreír de ternura y sufrir por su
amargura.
Personalmente me ha parecido un tanto
demasiado pesimista y no una genialidad, pero ha habido trozos realmente buenos
y la actuación de ambos actores es brillante. Michelle para mi es una actriz
excelente, pero no había visto nunca a Ryan fuera de cosas como El diario de Noah y realmente me ha
gustado.
Aunque me ha dejado un poco abrumada en
general, creo que voy a darle vueltas a muchas situaciones que aparecen en el
filme y eso solo me ocurre cuando creo que una película tiene algo especial –
como El Gran Gratsby o Her - o dice cuatro verdades. En
resumen: está bastante bien, así que si tenéis un rato y no tenéis miedo a
presenciar una tormenta de sentimientos ¡ya sabéis!
La puntuación:
¿¡Qué hay!? Hoy os traigo mi primera reseña
cinematográfica. Tenía muchas ganas de hacer una y, como sin saber cómo he
terminado viendo Blue Valentine, aquí la tenéis. No me he atrevido con nada
demasiado comercial ni demasiado indie – eso se lo dejo a Sinister -. ¡Espero
que os guste!
Directa desde el festival de cine de Cannes, Derek Cianfrance trae una historia que habla del amor roto. Dean (Ryan Gosling) y Cindy
(Michelle Williams) son padres de una maravillosa hija, pero su relación ha
pasado por mejores momentos desde que tienen que compaginar las demandas y
expectativas del trabajo y la vida familiar. Ante un futuro incierto de la
relación, deciden una escapada romántica a un hotel, donde rememoran todos los
momentos románticos de un pasado lleno de buenos recuerdos, e intentan
recuperar su pasión y amor para así salvar su matrimonio. La historia del amor perdido y
del amor recuperado, de los momentos que pasan.
Con esa manera tan suya de explicar las
historias que tienen las películas independientes, Derek Cianfrance, el
director, y los protagonistas, interpretados por Michelle Williams y Ryan Gosling, nos presentan
una historia de amor real. Sin cursiladas
ni un camino lleno de rosas. Amor que duele y que también hace feliz.
Dean y Cindy viven en una casa de campo
con su hija Frankie y su perra Megan cuando una mañana descubren que ésta
última ha desaparecido porque la puerta de su jaula se quedó abierta por error.
El descubrimiento del cadáver de la perra junto a la carretera es solo el
principio de un día muy malo en el que Dean y Cindy intentaran salvar su
matrimonio, ya en decadencia.
A través de flashbacks descubrimos cómo
son y cómo terminaron estando juntos y llegamos a conocer a dos personajes muy
humanos y complejos. Víctimas de los recuerdos del pasado y sobrepasados por el
presente.
Con un final un tanto ambiguo y que
puedes interpretar como más lo prefieras, Blue
Valentine es un drama que te hace sonreír de ternura y sufrir por su
amargura.
Personalmente me ha parecido un tanto
demasiado pesimista y no una genialidad, pero ha habido trozos realmente buenos
y la actuación de ambos actores es brillante. Michelle para mi es una actriz
excelente, pero no había visto nunca a Ryan fuera de cosas como El diario de Noah y realmente me ha
gustado.
Aunque me ha dejado un poco abrumada en
general, creo que voy a darle vueltas a muchas situaciones que aparecen en el
filme y eso solo me ocurre cuando creo que una película tiene algo especial –
como El Gran Gratsby o Her - o dice cuatro verdades. En
resumen: está bastante bien, así que si tenéis un rato y no tenéis miedo a
presenciar una tormenta de sentimientos ¡ya sabéis!
La puntuación:
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