RESEÑA. Ruptura.

¡Buenas! La reseña de hoy va dedicada al final de una saga que terminé hace poco, Ruptura, tercer y último tomo de la trilogía del Jardín Químico. ¡Vamos allá!

Autora. Lauren Destefano.
Editorial. Puck (Ediciones Urano).
ISBN. 9788496886322
Páginas. 383
Edición. Tapa blanda con solapas.
Publicación. Marzo 2014.

Después de los terribles sufrimientos a los que la ha sometido Vaughn, Rhine consigue un aliado inesperado en Reed, hermano de Vaughn e inventor excéntrico. Refugiada en su destartalado hogar, Rhine no consigue olvidar a las personas que ha dejado en el camino. Gabriel, Cecily y Linden siguen en su memoria y en sus sentimientos más profundos. Mientras tanto, Rowan se involucra cada vez más en la resistencia y Rhine debe encontrarlo antes de que haga algo irreparable.
Pero lo que descubre en el camino puede tener consecuencias alarmantes tanto para su futuro como para ese pasado que sus padres nunca habían tenido oportunidad de explicarle. Pero debe darse prisa: en el mundo en que vive, tanto su vida como la de los demás tiene una fecha de caducidad muy próxima. En 'Ruptura', la estremecedora conclusión de la Trilogía del Jardín Químico, Rhine verá todas sus certezas destruidas para siempre.

Tengo que confesar que mientras consultaba la información básica de la edición para ponerla aquí — soy una vaga y no quería levantarme para consultar el libro en si — he leído algunas de las reseñas que se han hecho y... sinceramente, no se como tomármelas. Es cierto que hay gustos para todo y que mi primera impresión con Efímera fue buena pero no entiendo la cantidad de notas altas que ha recibido. Y es aquí cuando ya os habéis dado cuenta de mi postura con este final de saga. Debo decir también, que no recuerdo demasiado de los dos anteriores libros. Pero la sensación que me dejaron fue buena. Más Efímera que Fiebre. Pero todas las sagas tienen altibajos y tampoco le di mayor importancia.

Ruptura es monótono. Hasta aburrir. Esas 383 páginas que solo hablan de una misma cosa. Todo el rato. Sin parar. Y siempre es Rhine, Rhine, Rhine. Los secundarios son eso, secundarios. Pero en plan secundarios de verdad. No ese tipo de secundario que te cautiva, no. El otro. El que no tiene mayor importancia. Se salva quizá Linden. ¿Por qué? Muy sencillo, para mi al principio no era un personaje de los que dices WOW, pero en este tercer libro toma más importancia y ves un poco más de él. Y me gusta lo que he visto.

En general es todo bastante visible. Al comenzar ya sabes como terminará. Y sinceramente esa forma abrupta de acabar con la historia no me ha gustado nada. ¡Ya esta! ¿En serio? ¿En dos capítulos lo acabas todo? Pues vaya. Lo que no me esperaba era una parte de ese final. El episodio del avión. No me lo esperaba — y no por esa razón — y lo odié en demasía. Porque sinceramente no hacía falta, para nada.

Aún así me ha entretenido dos días. Y aunque mi crítica sea un poco dura esta bien dentro de lo que cabe. ¡La puntuación!

Lo siento mucho por la señorita Destefano pero le tengo que dar un dos. Y un dos por las horas que me ha entretenido. ¿Lo habéis leído?